lunes, 18 de julio de 2011

Mito de creación

(Fragmento de la novela "Ismael, y la salvación de la Tierra" de Daniel Quinn. 1995. Emecé. Bs As.)

- Esta historia (afirmó Ismael) ocurre hace quinientos millones de años: un tiempo inconcebiblemtente largo, en épocas en que este planeta le resultaría totalmente irreconocible. Nada se movía sobre la Tierra excepto el viento y el polvo. Ni una hebra de pasto ondeaba al viento, no cantaba ni un solo grillo, ni un solo pájaro se elevaba hacia el cielo. Todas esas cosas sucederían en decenas de millones de años en el futuro. Incluso los mares estaban misteriosamente tranquilos y silenciosos, ya que también los vertebrados estaban a decenas de millones de años de distancia en el futuro.
Pero por supuesto había un antropólogo cerca. Qué mundo sería sin un antropólogo? Sin embargo, se trataba de un atropólogo deprimido y desilusionado porque había recorrido todo el planeta buscando a alguien a quien entrevistar y todas las cintas de su mochila estaban en blanco como el cielo. Pero un día, mientras recorría  la costa de océano, vio lo que parecía ser una criatura viviente cerca de la costa. Nada de qué jactarse, sólo un bulto blando y húmedo, pero era el único candidato probable que había visto en todos sus viajes, de manera que avanzó con dificultad hacia el lugar donde se meneaba sobre las olas.
Saludó eduacadamente a la critaura y fue saludado de la misma manera y pronto se convirtieron en buenos amigos. El atropólogo explicó lo mejor que pudo que era un estudioso de los estilos de vida y de las costumbres y le suplicó a su nuevo amigo que le proporcionara información de ese tipo, que le fue brindada sevicialmente.
Y ahora -dijo por fin-, quisiera grabar con tus propias palabras algunos de los relatos que ustedes cuentan acerca de sí mismos.
-Historias?- preguntó la criatura.
-Ya sabes, como su mito de la creación, si tienen uno.
-Qué es un mito de la creación?- preguntó el otro.
- Oh, ya sabes- replicó el antropólogo-, el cuento fantástico que les cuentan a sus hijos acerca de los orígenes del mundo.
Bien, ante esto, la criatura se irguió con indigación- por lo menos lo mejor que puede hacerlo un bulto blando y húmedo- y replicó que su pueblo no tenía ese tipo de cuentos fantásticos.
-No tienen entonces una descripción de la creación?
- Por supuesto que tenemos una descripción de la creación- respondió bruscamente el otro- Pero de ninguna manera es un mito.
- Oh, ciertamente no lo es- afirmó el antropólogo, recordando finalmente su instrucción- Me sentiría inmensamente agradecido si quisieras compartirlo conmigo.
-Muy bien -dijo la criatura-. Pero quiero que comprendas que, como tú, somos un pueblo estrictamente racional, que no acepta nada que no se base en la observación, en la lógica y en el método científico.
- Por supuesto, por supuesto, reconoció el antropólogo.
Finalmente la criatura comenzó su relato.
- El universo -señaló-, nació hace mucho, mucho tiempo, quizás hace diez o quince mil millones de años. Nuestro propio sistema solar, esta estrella, este planeta y los otros, parecen haber cobrado vida hace dos o tres mil millones de años. Durante mucho tiempo, nada vivió aquí. Pero luego, después de cerca de mil millones de años, apareció la vida.
- Discúlpame -dijo el antropólogo-. Dices que la vida apareció. Dónde ocurrió eso, según su mito, quiero decir según su descripción científica?
La criatura pareció desconcertada ante la pregunta y palideció.
-Quieres decir en qué lugar preciso?
-No. Quiero decir, eso ocurrió en la tierra o en el mar?
-Tierra?-preguntó el otro- Qué es tierra?
-Oh, ya sabes -afirmó, señalando hacia la costo-, la extensión de lodo y rocas que comienza por allá.
La criatura palideció aún más y dijo:
-No puedo imaginar lo que estás farfullando. El lodo y las rocas son simplemente el borde del gran cuenco que contiene el mar.
- Oh, sí- afirmó el antropólogo-, ya veo lo que quieres decir. Totalmente. Sigue adelante
-Muy bien -dijo el otro- Durante muchos millones de siglos, la vida del mundo estaba simplemente representada por microorganismos que flotaban en forma desvalida en el caldo químico. Pero poco a poco, aparecieron formas más complejas: criaturas unicelulares, limos, algas, pólipos y así sucesivamente.
Pero finalmente -dijo la criatura, tornándose rosa de orgullo por el hecho de llegar al punto culminante de su relato-, pero finalmente, apareció la medusa!

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