miércoles, 7 de septiembre de 2011

Espacios públicos cubiertos

Una pregunta quedó repicando en mí desde el día que Pía la hizo en una clase del Eddi de Ambientes de Aprendizaje:  ¿Por qué hay tan pocos espacios públicos cubiertos?

Todo surgía a raíz de un recorrido por el tema “Las plazas, Los parques” como ambientes de aprendizaje que hicimos en dicha instancia curricular del Profesorado de Educación de Nivel Inicial. Y quisiera aclarar que digo  “espacios públicos cubiertos” y no “espacios recreativos públicos cubiertos” porque, tratándose del tema que nos convoca: la educación como amplio término que excede lo puramente escolar, creo que la palabra recreativo sería redundante y/o restrictiva. Los niños no separan la recreación del aprendizaje, somos nosotros los adultos con nuestras categorías los que hacemos esas diferencias, los niños aprenden mientras se recrean y se recrean mientras aprenden. No  sólo tienen vocación de aprender, sino que no pueden evitarlo.
 Y entonces empecé a devanarme los sesos, traté de recordar si alguna vez había ido a algún lugar cubierto, de entrada libre, como las plazas o parques de la ciudad, pero que fuera cubierto,  dando lugar a que uno pudiera ir aunque lloviera y aunque hiciera 2 grados bajo cero de sensación térmica, o 40 grados de calor...Divaga mi mente por esta ineptitud térmica de los seres humanos, que para sentirnos bien y cómodos necesitamos un rango de temperatura de entre 15 y 30 grados centígrados. .. pero bueno, esa es una variable “dura” que no podemos cambiar.
Y por supuesto, pensé en los Museos, inmediatamente me invaden imágenes de enormes guardias ceñudos haciendo sshhhh con el dedo índice sobre la boca, o niños y adultos caminando en puntintas de pié, sigilosos, más preocupados en no romper las reglas del lugar que en disfrutar de la obra ante sí, o alarmas sonando en consecuencia del comportamiento de algún “desubicado” que no entiende que el patrimonio que albergan los museos no es apto para el “revoltosismo” característico de la infancia. Después recordé algunas cosas un poco más benignas, como que en el Museo de Arte Popular José Hernandez nadie le había llamado la atención a mis hijos por correr alrededor de una escultura encerrada en una caja de vidrio, o la hermosa tarde que pasamos en el Museo del Juguete este pasado Día del Niño, o cómo se habían divertido en el arenero arqueológico del Museo de Ciencias Naturales . Entonces voy en camino de una reconciliación con los Museos como bellos espacios públicos… pero en el fondo me queda esta sensación extraña, que tiene que ver con algo así como un mensaje implícito en la mayoría de los museos que dice : “te dejo ver, pero no sólo no lo podés tocar, no te podés ni acercar”. Mensaje que considero muy poco acorde a la lógica infantil de integrar las percepciones, de vivir cada momento con el cuerpo, la mirada y el alma integrados. Así de integrales son los niños… así de íntegros.
Pero bueno, dejemos a los museos en paz, y pensemos en otro espacio público cubierto : los Hospitales, las Escuelas. Estos son espacios públicos también pero no hablemos de entrada libre, porque si uno no es alumno, pariente de un alumno, empleado de la institución, enfermo o pariente de un enfermo… no entrás.  Así que quedan descartados también como “lugares de interés infantil”. Ah! qué buena categoría! me gustó. Podríamos diseñar un logo para que aquellos que cumplan con los requisitos de los   “lugares de interés infantil” puedan pegar en su vidriera, colgar de un árbol, del techo o publicar en su página de internet. Después vemos cómo hacemos para ponernos de acuerdo con respecto a los requisitos. Pero no creo que el silencio o la parálisis corporal pretendidas por algunos espacios sean parte de ellos.
En definitiva no contesté aún la pregunta inicial, ni siquiera comencé a abordar el tema del ¿por qué?
¿Por qué hay tan pocos espacios públicos cubiertos?
 Quizás porque el gasto y el mantenimiento que implican los lugares techados son demasiado elevados como para malgastarlo en lugares donde niños, niñas, familias, amigos y amigas, en definitiva “gentes”, compartan tiempo ocioso o lúdico como se hace usualmente en las plazas  y parques… quizás porque sigue instalada en la sociedad esta idea que aquello que no es productivo tampoco es útil… quizás porque a nadie se le ocurrió… quizás porque nadie lo pidió… quizás porque muchos no  conocen el Tríptico de la Infancia en Rosario… quizás, quizás, quizás.
Y luego de este pequeño devenir de reflexiones llego a la conclusión de que es otra la pregunta que me gustaría plantear. ¿Necesitamos/queremos espacios públicos cubiertos?
De más está decir que yo sí, y sobre todo que éstos puedan llevar el logo de “Lugares de interés infantil”

Comentarios y críticas siempre bienvenidos.
Mq

viernes, 12 de agosto de 2011

Situación de fabricar

Muchos de nosotros probablemente hayamos creado algún objeto, artesanía, juguete o manualidad alguna vez. Y también probablemente lo hayamos disfrutado o no dependiendo de nuestros gustos, personalidad y resultados de la tarea emprendida.
Siempre me gustó crear objetos, encuentro un placer kinestésico sin igual en conjugar distintos materiales de modo tal de obtener un objeto final que tenga alguna utilidad, ya sea estética o práctica. Para mí, hasta ahora, ésta siempre fue una actividad tipo hobby, informal y sin demasiadas exigencias. Pero fui dandome cuenta de que luego de haber dejado de trabajar en relación de dependencia  me encuentro muchas veces en "situación de fabricar" para utilizar el material con fines más puntuales, desde lo comercial o desde lo pedagógico.
Estar en "situación de fabricar" no es lo mismo que tener una manualidad por hobby, o crear algún objeto por el simple placer de hacerlo. Fabricar es elaborar objetos con una finalidad específica que serán utilizados por alguien y deben cumplir con ciertos requerimientos y basarse en determinados criterios.
Ponerse en el lugar de fabricar es asumir un rol. Considero que hace falta anticipación, búsqueda, curiosidad, observación, saber preguntar, estar preparado para deshacer y  rehacer. Cuanto más claros sean los criterios de elaboración y la finalidad de uso del material, más eficiente será el trabajo, y mayor la calidad y coherencia del producto terminado. (Sin olvidar que muchas veces el factor económico tiene influencia en la variable "calidad").
En general el proceso de fabricación comienza por determinar la finalidad, o sea el para qué del material que fabricaremos. Pero no siempre es así, a veces al fabricar, partimos del material en sí, partimos de elaborar objetos que intuimos poseen cierta potencialidad y luego viene la etapa de buscar y descubrir su utilidad específica.
Pero por más anticipación o planificación que sepamos tener, muchas de los datos de mayor importancia los iremos obteniendo en el hacer concreto, y esto implica estar preparado para volver atrás y cambiar algo. Si sabemos aprovecharlo, éste hacer concreto nos aportará un conocimiento específico que en algunos ámbitos se determina "know-how" (saber hacer).
Buscar las materias primas que necesitamos, o adaptar nuestra idea a los elementos que tenemos a disposición, manipularlos, usarlos y combinarlos son acciones que nos permitirán aprender.
Como considero que fabricar es un proceso de toma de decisiones constante, considero también  que detenerse a pensar el por qué sí o por qué no de los pequeños detalles, nos dará la capacidad de fundamentar el valor del producto terminado.
Quizás lo escrito aquí, para algunos, sea un cúmulo de obviedades, pero forma parte de mis reflexiones a partir de los trabajos de fabricación de materiales lúdicos que venimos realizando en el Cre y mi intención es compartirlo por si alguien le aporta alguna clave para seguir pensando colectivamente.

sábado, 6 de agosto de 2011

Bitácora del Cre - Recorrido acelerado hasta hoy

Principios del año 2010. Casual encuentro con P.Kipersain en debate sobre Eddis en el Normal 1 ( institución en la que cursaba y curso el profesorado de Educación para Nivel Inicial) Propuesta de trabajo-pasantía a través del PAT en el CRE. Dudas, incertidumbre... emoción, halago, expectativas... muchos setimientos fluyendo por mi ser. Rotundo sí. Acomodar horarios.
Pasaron los meses, conocí a los demás integrantes del grupo, un cúmulo de capacidades, energía, personalidad y diversidad. Capacitación sobre Ludotecas, idear materiales, criterios de ambientación, arduo trabajo para la Noche de los Museos, me enamoré de los precursores (tomala vos, dámela a mí, aguante Froebel y Decroly!!!) Elaboración de materiales para la Ludoteca y para la noche de los Museos sin recursos monetarios.. Particpación total en la NDM, magníficos resultados del espacio lúdico y las muestras. Esfuerzo y cansancio que valieron la pena.  Noviembre aún sin espacio físico para la Ludo, y así terminó el año... Cierre grupal en casa... una bella noche bajo el firmamento, aumento de autoestimas y ligazón grupal.
Desconexión total por vacaciones de estío.
Nuevo ciclo lectivo, sentir de nuevo el cariño y apoyo de Cris y Palo. Tenemos especio físico excelentemente ubicado y de grandes dimensiones con baño y todo! Alegría! Presentación de lo sucedido el año pasado en el Encuentro de la Omep. Idas y venidas, dudas, decisiones. Redactar, ponerse de acuerdo, hablar frente al público. Nervios y final más que feliz, expectativas superadas.
Continuará....

jueves, 21 de julio de 2011

Charla de Ted por Elizabeth Gilbert

Hoy les recomiendo vean esta charla que dió la escritora del libro "Come, reza, ama" hace ya unos años. La primera vez que la escuché me impresionó mucho y automáticamente coincidí con ella, creo que lo que dice es muy cierto, pero no busqué su libro ni lo leí.
Hace aproximadamente tres semanas alguien al pasar recomendó una película en una charla entre amigos - la nueva de Julia Roberts-, dijo -... mmm está buena-, no demasiado convencida, -se llama "Comer, rezar, amar"-.
Me acuerdo que la ví con pocas expectativas y jamás la relacioné con esta charla que había visto/escuchado hace un par de años. Pero la película me impresionó mucho también (si uno logra obviar los guiños hollywoodenses típicos e innecesarios). Así que, si tienen ganas vean la charla, que esa la recomiendo enormemente y es sólo un ratito (fíjense que se pueden poner subtítulos en español) y después si les interesa la película está en http://www.cuevana.tv/
Acá va el link
http://www.ted.com/talks/elizabeth_gilbert_on_genius.html

lunes, 18 de julio de 2011

Mito de creación

(Fragmento de la novela "Ismael, y la salvación de la Tierra" de Daniel Quinn. 1995. Emecé. Bs As.)

- Esta historia (afirmó Ismael) ocurre hace quinientos millones de años: un tiempo inconcebiblemtente largo, en épocas en que este planeta le resultaría totalmente irreconocible. Nada se movía sobre la Tierra excepto el viento y el polvo. Ni una hebra de pasto ondeaba al viento, no cantaba ni un solo grillo, ni un solo pájaro se elevaba hacia el cielo. Todas esas cosas sucederían en decenas de millones de años en el futuro. Incluso los mares estaban misteriosamente tranquilos y silenciosos, ya que también los vertebrados estaban a decenas de millones de años de distancia en el futuro.
Pero por supuesto había un antropólogo cerca. Qué mundo sería sin un antropólogo? Sin embargo, se trataba de un atropólogo deprimido y desilusionado porque había recorrido todo el planeta buscando a alguien a quien entrevistar y todas las cintas de su mochila estaban en blanco como el cielo. Pero un día, mientras recorría  la costa de océano, vio lo que parecía ser una criatura viviente cerca de la costa. Nada de qué jactarse, sólo un bulto blando y húmedo, pero era el único candidato probable que había visto en todos sus viajes, de manera que avanzó con dificultad hacia el lugar donde se meneaba sobre las olas.
Saludó eduacadamente a la critaura y fue saludado de la misma manera y pronto se convirtieron en buenos amigos. El atropólogo explicó lo mejor que pudo que era un estudioso de los estilos de vida y de las costumbres y le suplicó a su nuevo amigo que le proporcionara información de ese tipo, que le fue brindada sevicialmente.
Y ahora -dijo por fin-, quisiera grabar con tus propias palabras algunos de los relatos que ustedes cuentan acerca de sí mismos.
-Historias?- preguntó la criatura.
-Ya sabes, como su mito de la creación, si tienen uno.
-Qué es un mito de la creación?- preguntó el otro.
- Oh, ya sabes- replicó el antropólogo-, el cuento fantástico que les cuentan a sus hijos acerca de los orígenes del mundo.
Bien, ante esto, la criatura se irguió con indigación- por lo menos lo mejor que puede hacerlo un bulto blando y húmedo- y replicó que su pueblo no tenía ese tipo de cuentos fantásticos.
-No tienen entonces una descripción de la creación?
- Por supuesto que tenemos una descripción de la creación- respondió bruscamente el otro- Pero de ninguna manera es un mito.
- Oh, ciertamente no lo es- afirmó el antropólogo, recordando finalmente su instrucción- Me sentiría inmensamente agradecido si quisieras compartirlo conmigo.
-Muy bien -dijo la criatura-. Pero quiero que comprendas que, como tú, somos un pueblo estrictamente racional, que no acepta nada que no se base en la observación, en la lógica y en el método científico.
- Por supuesto, por supuesto, reconoció el antropólogo.
Finalmente la criatura comenzó su relato.
- El universo -señaló-, nació hace mucho, mucho tiempo, quizás hace diez o quince mil millones de años. Nuestro propio sistema solar, esta estrella, este planeta y los otros, parecen haber cobrado vida hace dos o tres mil millones de años. Durante mucho tiempo, nada vivió aquí. Pero luego, después de cerca de mil millones de años, apareció la vida.
- Discúlpame -dijo el antropólogo-. Dices que la vida apareció. Dónde ocurrió eso, según su mito, quiero decir según su descripción científica?
La criatura pareció desconcertada ante la pregunta y palideció.
-Quieres decir en qué lugar preciso?
-No. Quiero decir, eso ocurrió en la tierra o en el mar?
-Tierra?-preguntó el otro- Qué es tierra?
-Oh, ya sabes -afirmó, señalando hacia la costo-, la extensión de lodo y rocas que comienza por allá.
La criatura palideció aún más y dijo:
-No puedo imaginar lo que estás farfullando. El lodo y las rocas son simplemente el borde del gran cuenco que contiene el mar.
- Oh, sí- afirmó el antropólogo-, ya veo lo que quieres decir. Totalmente. Sigue adelante
-Muy bien -dijo el otro- Durante muchos millones de siglos, la vida del mundo estaba simplemente representada por microorganismos que flotaban en forma desvalida en el caldo químico. Pero poco a poco, aparecieron formas más complejas: criaturas unicelulares, limos, algas, pólipos y así sucesivamente.
Pero finalmente -dijo la criatura, tornándose rosa de orgullo por el hecho de llegar al punto culminante de su relato-, pero finalmente, apareció la medusa!

Primera Vuelta

Hola a toda la comunidad del CRe.
En este blog intentaré compartir con ustedes vivencias, escritos, imágenes, recorridos, sensaciones que hayan sido significativas para mi aprendizaje, para ser quien soy hoy. Les comparto algunas palabras o frases cortas que guardo en el haber de mi paso por el Profesorado y por el CRe.

Extrañar la realidad.
Desautomatizar la mirada.
Los niños, un manantial.
Creatividad
Intuición
Des-esteriotipar.

Estoy ansiosa por ver los de ustedes!!